Manuel Antonio Aliaño Garriga y Fernando Rodríguez Luque actuaron en apoyo de dos policías nacionales para reducir a un detenido que prestaba declaración ante el juez Carlos Javier García. El hombre sufrió un brote psicótico y arremetió contra los agentes, llegó a morder a uno de ellos por lo que se requirió la presencia de los vigilantes de los juzgados debido a su extrema agresividad.
El jefe policial destacó en su intervención que los vigilantes pusieron en riesgo su integridad física para prestar este cometido de apoyo lo que les hizo merecedores de la mención y el diploma, en presencia de sus respectivos superiores de las empresas Trablisa y Prosegur para las que trabajan en la actualidad.
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