El
sindicato profesional de seguridad privada Alternativa Sindical "ha puesto
en conocimiento" de la dirección de la Institución Penitenciaria de Morón
de la Frontera (Sevilla) que "la empresa concesionaria del servicio de
seguridad" de la cárcel Sevilla II "somete a jornadas de hasta doce
horas durante 20 días ininterrumpidos a los vigilantes que prestan
servicio" en dicha prisiónAsí lo indica el sindicato en un comunicado en el que explica que ha interpuesto ante Magistratura "varias denuncias en materia de salud laboral y jornada de trabajo", y no descarta "próximas manifestaciones en caso de que la empresa y la dirección del centro penitenciario continúe con esta situación laboral". Desde Alternativa Sindical quieren "señalar a la dirección del centro, que consiente que empresas subcontratadas tengan en condiciones infrahumanas a los vigilantes de seguridad, poniendo en grave riesgo la seguridad de las instalaciones con trabajadores sometidos a ese estrés y carga de trabajo".
Ver más en: https://www.20minutos.es
 |
| DESCARGA LA APP EN GOOGLE PLAY |
Que curioso, que alternativa sindical, sindicato modélico donde los haya, no aclare que el horario de este lugar de trabajo Sevilla II, ha sido consensuado con la firma de la mayoría de la plantilla. Luego de disensiones entre algunos trabajadores por intereses meramente particulares, deciden afiliarse a este sindicato y tratar de coaccionar a todos los trabajadores a realizar un horario, cuando ya se firmó el horario anual por consenso. Por que alternativa no aclara que esas jornadas de veinte días, se hacen con cambios voluntarios entre compañeros desplazados en ese lugar desde Galicianas, de este modo pueden ver y conciliar sus vidas con sus familias" Regulado en Convenio". Y los citados horarios no afectan al resto de la plantilla. De dieciséis son afectados cinco y repito voluntariamente.
ResponderEliminarSe cine primero a un mentiroso que a un cojo, alternativa, con honestidad y honrradez se pueden conseguir logros, con verdades a medias o mentiras que ocultan intereses particulares, se logra destruir el servicio.