ARTÍCULO DE OPINIÓN - Vigilante Jurado vs Vigilante de Seguridad: Es Hora de Olvidar el Pasado y Vivir el Futuro

Vigilante Jurado vs Vigilante de Seguridad: Es Hora de Olvidar el Pasado y Vivir el Futuro

En el imaginario colectivo de muchos, las figuras del "vigilante jurado" y del "vigilante de seguridad" se confunden y superponen, como si fueran sinónimos intercambiables en el ámbito de la protección y la seguridad privada. Sin embargo, quienes conocen la historia y la evolución de este sector saben que estas dos denominaciones no solo se refieren a momentos históricos distintos, sino también a conceptos que, aunque relacionados, son fundamentalmente diferentes.

El Vigilante Jurado: Un Producto de su Tiempo

El vigilante jurado fue una figura clave en la seguridad privada en España durante el siglo XX. Su denominación proviene de un tiempo en el que la seguridad estaba estrechamente ligada a la colaboración entre lo público y lo privado, con un juramento ante la autoridad que le confería un estatus casi oficial. Estas figuras, dotadas de autoridad y en muchos casos, armadas, se encargaban de la vigilancia en entornos sensibles como fábricas, bancos, y otras instalaciones de importancia estratégica.

La idea del "vigilante jurado" evocaba un sentido de rigor y lealtad hacia el orden establecido. Sin embargo, este título también estaba cargado de connotaciones que hoy resultan anacrónicas. La propia necesidad de un juramento ante las fuerzas de seguridad del Estado refleja un tiempo en el que la línea entre lo privado y lo público era menos clara, y donde la seguridad se entendía más como un privilegio que como un derecho fundamental.

El Vigilante de Seguridad: Un Enfoque Profesional y Moderno

Con el tiempo, la evolución social y legal del país llevó a una profesionalización y a una mayor regulación de la seguridad privada. En este contexto, la figura del vigilante de seguridad reemplazó al vigilante jurado, adaptándose a las nuevas necesidades y realidades del siglo XXI.

El vigilante de seguridad, a diferencia de su predecesor, no está vinculado a un juramento ante las autoridades. Su legitimidad y autoridad no dependen de una relación cuasi-oficial con el Estado, sino de un marco normativo bien definido que regula su formación, competencias y responsabilidades. La transición hacia el vigilante de seguridad marca un cambio significativo: de una figura con aires de autoridad pública a un profesional especializado en seguridad privada, preparado para enfrentar los desafíos actuales en múltiples sectores.

Este nuevo enfoque subraya la importancia de la formación continua, de la adaptación a las nuevas tecnologías y de la comprensión de un entorno normativo que valora la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. El vigilante de seguridad moderno es un profesional en todo el sentido de la palabra, cuya labor se integra en una cadena más amplia de protección que incluye tanto a las fuerzas del orden como a otros servicios de emergencia y protección civil.

Superando la Nostalgia: Mirando al Futuro

A pesar de la nostalgia que algunos puedan sentir por la figura del vigilante jurado, es crucial que la sociedad y los profesionales del sector miren hacia adelante. La seguridad privada ha evolucionado de manera significativa, y aferrarse a conceptos del pasado puede obstaculizar la adaptación a los desafíos del presente y del futuro.

La seguridad hoy en día no solo requiere presencia física o autoridad, sino también inteligencia, capacidad de adaptación y un enfoque centrado en el servicio a la comunidad. El vigilante de seguridad debe estar preparado para enfrentar nuevas amenazas, desde ciberataques hasta la protección en eventos masivos, lo que requiere una formación y un enfoque que el concepto del vigilante jurado simplemente no puede ofrecer.

En conclusión, aunque es importante reconocer el papel histórico del vigilante jurado, debemos entender que el futuro de la seguridad privada pasa por abrazar la figura del vigilante de seguridad como un profesional moderno, preparado y comprometido con las demandas actuales. Es hora de olvidar el pasado, respetarlo sí, pero no vivir en él. La seguridad es un campo en constante evolución, y solo aquellos que miren hacia adelante estarán realmente preparados para proteger lo que más importa: la vida y los derechos de las personas en un mundo cada vez más complejo.

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