El gran pasacalles carnavalero tuvo tres informes policiales desfavorables antes de tener el visto bueno final de jefatura. Las reticencias eran por la falta de agentes y el uso de seguridad privada.
La cabalgata necesitaba un dispositivo especial de seguridad compuesto por 140 policías. Sin embargo, debido al impago de las horas extra a los agentes por parte del Ayuntamiento, solo 60 se presentaron voluntarios. Ante esta situación, la jefatura cubrió las bajas con la libre designación de otros 72 agentes, más los 35 del GOIA.
Pero el problema no se soluciona aquí. El acuerdo firmado con los sindicatos por parte del grupo de gobierno impide que la libre designación de servicios se aplique en horario nocturno, de tal modo que a las 21.30 horas, en plena celebración de la cabalgata, los 72 agentes dejaban de prestar servicio.
A esa hora entraban los del turno nocturno, un total de 35, un número insuficiente para cubrir las necesidades de seguridad. Por este motivo, el Ayuntamiento decidió contratar vigilantes privados para celebrar el evento, algo que no solo es legal, en virtud del artículo 41.2.C de la Ley de Seguridad Privada, sino que además estuvo autorizado por la Delegación del Gobierno, según explicaron desde la organización del carnaval el pasado sábado. Ayer, este periódico intentó conocer la versión del grupo de gobierno sin éxito.
«No hubo problemas de seguridad, pero sufrimos», explican algunos policías que estuvieron en la cabalgata.
El origen del problema está en los impagos de la horas extra a los agentes, lo que los desanima a la hora de presentarse como voluntarios a situaciones que requieren refuerzos.
En 2018, hasta junio, el Ayuntamiento ha pagado a la Policía Local 1,08 millones de euros en concepto de horas extra. Pero la cuantía sigue creciendo. Solo entre el 24 de junio y el 30 de septiembre, como consta en una respuesta oficial del concejal de Recursos Humanos, Mario Regidor, se volvió a generar una deuda de más de 300.000 euros con los agentes.
Por el momento se desconoce la cuantía de la contratación de los vigilantes privados para la cabalgata. En la celebración de San Lorenzo, el pasado mes de agosto, el Ayuntamiento recurrió a bomberos privados por este mismo motivo y tuvo que pagar, por cinco agentes y una cuba de 1.100 litros, unos 2.000 euros, aunque todavía no se ha aportado la cifra exacta.
Los policías locales creen que el Ayuntamiento incumplió el plan de seguridad de la cabalgata porque no se dotó un evento multitudinario y público, en un momento de alerta cuatro antiterrorista, con los suficientes agentes de la autoridad. «No se puede poner a Protección Civil y a la seguridad privada para esto», criticó Víctor García, de USPB. Según su opinión, la hora extra de los policías locales se paga a 22 euros, frente a los 27,17 euros de Santa Cruz de Tenerife; los 35 euros de San Cristóbal de La Laguna; los 34 euros de Telde; o los 32 de Arrecife.
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