La Audiencia de Granada juzgará este mes de abril a seis miembros de un clan familiar acusados de intentar asesinar a un vigilante de seguridad durante la feria del Corpus de 2019. El suceso tuvo lugar en una caseta-discoteca del recinto ferial, donde la víctima fue brutalmente agredida tras mediar en una pelea.
Según la Fiscalía, el vigilante intervino en una discusión entre el líder del clan y su sobrino, ambos con antecedentes. Poco después, se sumaron otros familiares con el propósito de agredir al profesional de seguridad. Actuando de forma coordinada, lo golpearon con puños y patadas, incluso después de haberlo derribado.
Uno de los agresores —o varios actuando bajo órdenes del cabecilla— utilizó un arma blanca para apuñalar al vigilante en la pierna, provocándole heridas de extrema gravedad: la seccionaron en tres partes la arteria y la vena femorales, además del nervio ciático. La víctima sufrió una parada cardiorespiratoria y tuvo que ser operada de urgencia para salvarle la vida. Estuvo 180 días en proceso de curación.
Aprovechando el caos, los atacantes huyeron del lugar. Más tarde, dos de las procesadas declararon falsamente para encubrir a los culpables e intentar cargar la responsabilidad sobre un menor de edad inimputable, provocando inicialmente el archivo de la causa.
Ahora, la Fiscalía solicita siete años y medio de prisión para los cuatro acusados del intento de homicidio y un año y tres meses de cárcel para las dos mujeres acusadas de encubrimiento. El juicio se celebrará los días 24 y 25 de abril en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, después de ser aplazado el pasado octubre por la incomparecencia de uno de los procesados, sobre quien pesa una orden de busca y captura.
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