
La primera agresión tuvo lugar hace tres días en la estación de Simancas. Un usuario del suburbano propinó varios golpes a un trabajador después de negarse a colocarse la mascarilla. Afortunadamente, entre el personal de seguridad y el personal del Metro madrileño pudieron detener al atacante y fue detenido por la Policía. El vigilante tuvo que ser atendido por los golpetazos sufridos.
El segundo suceso ocurrió este miércoles por la tarde en la estación de Alameda de Osuna. Los hechos fueron similares. El vigilante pidió al usuario que utilizara la mascarilla, éste hizo caso omiso y al ser insistido dio varios golpes al trabajador, que resultó contusionado y con una posible fractura de costilla. A diferencia de la primera agresión, el atacante huyó tras lo sucedido y la Policía, tras ser avisada, no lo localizó.
Después de las dos agresiones sufridas esta semana por trabajadores del Metro, CC OO ha solicitado al Gobierno de la Comunidad de Madrid que aumente el personal de Metro en las estaciones de la región para dotarlas de más seguridad y para asegurar que los vigilantes realizan sus funciones con la máxima protección.
“Los usuarios, la plantilla de Metro, así como el personal de seguridad continúan pasando miedo y en ocasiones pánico en algunas estaciones. No se puede permitir que los compañeros de Metro vengan a trabajar con el temor, y en ocasiones con ansiedad cuando se incorporan en su puesto de trabajo, por el miedo a poder sufrir alguna agresión física o verbal”, señala el sindicato en su comunicado.
Metro habla de hechos "muy puntuales"
Metro de Madrid también ha reaccionado a los sucesos y según ha informado un portavoz del suburbano a Europa Press las agresiones son hechos “muy puntuales”. Éste ha recordado que diariamente utilizan el servicio unas 700.000 personas y ha añadido que el número de viajeros que no emplean mascarilla es “prácticamente residual” y el resto sigue las indicaciones del personal.
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