En el Ibex, destaca la confianza de las corporaciones financieras en Securitas, que tiene en la industria, la banca y el comercio sus tres grandes caladeros de clientes. Banco Santander, CaixaBank, Sabadell, Bankia y Bankinter tienen vigilantes de la multinacional sueca, que ha dedicado los últimos años a la transformación digital y que está sacando frutos de sus fuertes inversiones tecnológicas en España en los años de la crisis económica. El listado recoge los principales contratistas o los encargados de controlar la sede de la empresa.
Prosegur es el vigilante de la mayor corporación del Ibex por capitalización bursátil, Inditex, y también de empresas con intereses energía o infraestructuras. Trabaja para Repsol, Acciona, ACS, Ferrovial, Naturgy o Siemens Gamesa. Lo hace además, junto a Eulen e Ilunion, para otro gigante, Telefónica.
Dentro del Ibex, también hay empresas necesitadas de un amplio despliegue de vigilantes. El caso más destacado es Aena y su gran contrato para vigilar los aeropuertos. Trablisa, Ilunion y Eulen fueron los principales ganadores en la última licitación, en la que Securitas o Prosegur no presentaron ofertas o apenas se llevaron lotes pequeños al considerar que el precio del servicio no era suficiente para cubrir todos los costes e incorporar los pluses pactados tras la huelga de vigilantes del aeropuerto de El Prat (Barcelona) de 2017.
Otro contrato de vigilancia intensiva es el de REE y sus 44.000 kilómetros de redes eléctricas en España. Eulen es el principal vigilante y parece haberse especializado en estas infraestructuras, ya que también lidera la supervisión de los 11.000 kilómetros de gasoductos de Enagás.
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Eulen, que emplea en España a 50.300 personas y factura más de 1.100 millones de euros al año, ha conseguido además hacerse con uno de los principales contratos de Telefónica y con la vigilancia de otras grandes empresas como Repsol o Naturgy.
Hay corporaciones como Colonial que confían la labor a empresas pequeñas, como también hace Meliá con sus hoteles. Amadeus, necesitada de menos infraestructuras, la deja en manos de los propietarios de las propias oficinas.
Al margen de su relación con los clientes del Ibex, las grandes compañías de seguridad se quejan de la competencia desleal procedente de empresas pirata, de los bajos precios de licitación en los contratos públicos, del intrusismo y de la escasa valoración económica de los riesgos que asumen.
1.564 empresas
Una de las características del sector es su atomización. Hay 1.564 empresas, de las que el 83% tiene entre 1 y 49 trabajadores.
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