El robo de cobre sigue siendo un problema en la Comunitat Valenciana. Aprovechando la falta de servicio en la Línea 1 de Metrovalencia, que sigue inoperativa en parte debido a los estragos causados por la DANA del pasado 29 de octubre, los ladrones han sustraído 1.200 metros de catenaria entre Paiporta y Castelló. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha confirmado la denuncia de cuatro robos ocurridos desde diciembre, con un peso total de 4.000 kilogramos de material robado.
Un nuevo obstáculo para la recuperación del servicio
Metrovalencia ha estado trabajando arduamente para recuperar la normalidad tras los daños sufridos por las inundaciones. Esta semana, la frecuencia de paso entre San Isidro y València Sud volverá a la habitual. Sin embargo, la zona afectada al sur, que incluye municipios como Paiporta, Picanya, Torrent, Picassent, Alginet, Carlet y L'Alcúdia, sigue fuera de servicio. La reparación de los tramos robados supone un nuevo reto para FGV, que ya estaba enfrentando la ardua tarea de restaurar las infraestructuras dañadas por la tormenta.
Un coste millonario y una vigilancia reforzada
El cobre robado tiene un alto valor en el mercado negro, pero el coste real para FGV es mucho mayor. Se estima que la reposición del cableado sustraído puede ascender a unos 100.000 euros. Además del impacto económico directo, estos robos complican la planificación de las reparaciones, ya que es necesario obtener nuevos materiales y equipos de repuesto.
Para evitar nuevos robos, la Guardia Civil y la Policía Autonómica han intensificado la vigilancia en la zona. Aun así, los delincuentes han aprovechado la falta de actividad en la línea para llevar a cabo sus sustracciones.
Un trabajo de recuperación en marcha
FGV está trabajando en la reparación de aproximadamente 50 kilómetros de red ferroviaria, con más de un centenar de incidencias registradas. Los esfuerzos incluyen la retirada de residuos y escombros, la reparación de cunetas y drenajes, y la restauración de canalizaciones eléctricas y de telecomunicaciones. En algunos tramos, como en Paiporta y Picanya, se requiere una renovación completa de la infraestructura de vía y de la catenaria, lo que supone un reto técnico y económico.
Entre las obras más destacadas está la reconstrucción de la estación de Paiporta y del puente sobre el barranco del Poyo, así como la implementación de nuevas canalizaciones para el cableado eléctrico y de telecomunicaciones. Se estima que las inversiones necesarias para recuperar la operatividad en estas zonas ascienden a unos 20 millones de euros.
Perspectivas a futuro
El robo de catenarias en la Línea 1 del metro agrava la situación de una infraestructura ya de por sí castigada por la DANA. La restauración del servicio no solo enfrenta desafíos técnicos y económicos, sino también de seguridad, ya que el robo de cobre sigue siendo un problema recurrente. Con la vigilancia reforzada y una inversión millonaria en marcha, se espera que la línea vuelva a estar operativa en el verano de 2025.
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