Durante la vista negaron cualquier vinculación con esas pintadas vandálicas, realizadas el 22 y el 23 de febrero. «No pintamos nada. Hemos hecho algún trabajo por encargo en tiendas, pero no somos grafiteros», sostuvieron ambos. Llegaron a la Isla procedentes de Madrid y Tarragona y tienen antecedentes por hechos similares en sus lugares de residencia. Uno de los motivos de la visita fue la recogida de un curioso premio con el que había sido agraciado uno de los procesados: 16 botes de spray valorados en unos 50 euros. Los mismos fueron encontrados utilizados dentro de un coche de alquiler de los procesados en las inmediaciones de la estación de Son Fuster, donde fueron interceptados y detenidos.
El día de su arresto fueron vistos por los vigilantes grabando con una cámara el paso de los trenes pintados. Habían accedido a la estación saltándose los tornos porque, tal y como reconocieron, «no queríamos pagar». Días antes también entraron así, justo coincidiendo con la aparición de las pintadas. El juicio quedó visto para sentencia.
El día de su arresto fueron vistos por los vigilantes grabando con una cámara el paso de los trenes pintados. Habían accedido a la estación saltándose los tornos porque, tal y como reconocieron, «no queríamos pagar». Días antes también entraron así, justo coincidiendo con la aparición de las pintadas. El juicio quedó visto para sentencia.

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