Ignacio S. Galán ha escogido a un hombre de la Guardia Civil y que pasó por la Unidad Central Operativo (UCO) de la Benemérita para sustituir a Antonio Asenjo como jefe de Seguridad de Iberdrola. Este fue destituido tras su imputación en el ‘caso Villarejo’ a finales de noviembre de 2019, un macrotema judicial que ahora se ha desinflado tras el archivo de la imputación de Galán, reduciéndose principalmente a BBVA y Púnica, aunque Asenjo sigue imputado. El nuevo fichaje en la eléctrica es el coronel José Miguel Gordillo, según adelanta El Confidencial. Cuenta con prestigio dentro de la Guardia Civil y es especialista en el uso de medios tecnológicos para investigar delitos. Actualmente, se encuentra destinado en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) del Ministerio del Interior, tras haber pasado por la UCO. En esta Unidad, que es el órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil dedicado a investigar y perseguir las formas más graves de delincuencia y crimen organizado, entre ellas: delitos económicos, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, homicidios y secuestros, delitos telemáticos, tráfico de armas o tráfico de seres humanos. Unas formas de delincuencia y crimen organizado con las que en más de una ocasión tienen relación las personas que forman la casta política y económica de un país.
Al contar con experiencia en la UCO y fama de buen profesional, José Miguel Gordillo tiene fuertes conocimientos de la clase política, económica y empresarial española. Ahora en Iberdrola cobrará unas cuantas veces más de lo que recibe como miembro de la Guardia Civil y no hay que olvidar que una gran empresa del Ibex tiene muchos contactos nacionales e internacionales a todos los niveles (económicos, políticos y diplomáticos). Hay que destacar que en la UCO Gordillo era compañero del también coronel Manuel Sánchez Corbí, quien fue defenestrado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por “pérdida de confianza”. Por eso, Sánchez Corbí, que es de derechas, representa a uno de los grandes perseguidos del sanchismo, más bien de Marlaska, una lista de la que también formó parte el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Al ser amigo de Sánchez Corbí, parece que Gordillo es más de derechas que de izquierdas y además ha seguido los pasos de este, que también se pasó a la empresa privada: a principios de 2021, Sánchez Corbí fichó por Acciona, no para encargarse de temas relacionados con la seguridad sino de proyectos internacionales. Esosí. Gordillo colaboró con la unidad de inteligencia de Moncloa bajo mandato socialista.
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