UGT ha señalado que es una “aberración el término utilizado para definir las funciones de la vigilancia privada de represivas”.
UGT ha recordado que en España sólo existen dos tipos de vigilancia contempladas en la legislación, una la pública ejercida por la Policía Nacional y la Guardia Civil y otra la privada ejercida por los vigilantes privados, “por lo que creemos que ninguna de ellas ejerce represión alguna”.
UGT se pregunta por qué “no nos explican cómo ejercen el control de los residentes en los centros de acogida de menores no acompañados. Es evidente que un mínimo de control ejercerán porque lo contrario sería una temeridad por parte de los responsables de dichos menores, en este caso la Ciudad Autónoma”.
El sindicato pide a la Fundación SAMU “que no le den más vueltas y no metan la pata otra vez porque todos sabemos que el tema es económico y habrá que preguntar a quien corresponda dónde irán las partidas destinadas a dichos menesteres”.

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