El spray pimienta llega al metro de Barcelona tras años de reclamaciones sindicales
La medida, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona, permitirá que los vigilantes de seguridad del metro comiencen a portar spray pimienta entre el 31 de enero y el 1 de febrero. Aunque los sindicatos celebran este avance como un paso importante para garantizar la seguridad en el transporte público, no han dejado de expresar su descontento, ya que consideran que esta decisión llega tarde, especialmente tras la reciente agresión que dejó a un vigilante sin un ojo.
El concejal de seguridad, Albert Batlle, anunció la medida el pasado 22 de enero, explicando que el spray será utilizado en situaciones de alta agresividad que pongan en peligro la integridad física de los trabajadores. Según los sindicatos, esta herramienta defensiva ya se emplea en otros servicios ferroviarios como Renfe o TRAM, y su implementación en el metro llevaba años siendo una demanda prioritaria.
Una victoria con sabor amargo
Desde ADN Sindical Seguridad y Servicios de Catalunya lamentan que la medida haya sido adoptada tras un episodio tan grave. "No entendemos la pasividad que ha habido. Esta decisión llega después de años de reivindicaciones y, lamentablemente, tras una desgracia que ha sufrido un compañero", destacaron.
Por su parte, Alternativa Sindical recordó que los vigilantes ya estaban preparados para usar este recurso. "La mayoría de los trabajadores han recibido formación desde hace más de dos años, y la medida estaba incluida en la licitación de octubre, junto con otros avances como bodycams y nuevos equipos de comunicación", señalaron. Sin embargo, critican que la decisión se haya retrasado tanto.
Aumento de la conflictividad
Los sindicatos coinciden en que la autorización del spray pimienta responde a un contexto de creciente conflictividad en el metro de Barcelona. Según CCOO, las empresas adjudicatarias del servicio ya habían advertido sobre el incremento de incidentes violentos y contaban con los cursos y certificaciones necesarias para implementar esta medida desde hacía tiempo.
Aunque celebran la decisión, insisten en que es insuficiente. Piden eliminar la figura del "agente único", mejorar las operativas y actualizar condiciones laborales para garantizar la seguridad de los vigilantes, quienes se enfrentan a diario a situaciones de alto riesgo en el suburbano barcelonés.
Más vale tarde que nunca
A pesar de las críticas, los representantes sindicales valoran positivamente el avance. “Es una herramienta necesaria para protegernos y proteger a los usuarios. Es una pena que haya tenido que ocurrir algo tan grave para que por fin se adopte esta medida", concluyeron.
El spray pimienta se suma a los recursos disponibles para la seguridad en el metro, aunque los sindicatos dejan claro que aún queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de trabajo y reducir los riesgos en el transporte público de Barcelona.
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