🔍 Estación de Cullera: una agresión que destapa el abandono en la seguridad de Renfe
El pasado 19 de junio de 2025, un joven de 26 años fue detenido tras agredir a un vigilante de seguridad en la estación de Renfe en Cullera. El motivo: intentar colarse sin billete y saltar la valla de acceso. El vigilante, cumpliendo con su deber, le impidió el paso y fue agredido. Una vez más, un profesional de la seguridad acaba siendo la víctima de una gestión tacaña y negligente por parte de Renfe.
📉 Políticas de recorte: el tacañismo estructural
Desde hace varios años, Renfe y ADIF vienen aplicando una política de reducción de personal de seguridad en estaciones y trenes, disfrazada bajo el pretexto de eficiencia. Pero lo que llaman eficiencia es, en realidad, un recorte peligroso que ha dejado estaciones sin vigilancia real y ha mermado la seguridad de empleados y usuarios.
La separación de binomios, que antes trabajaban en pareja para reforzar la seguridad y la respuesta ante incidentes, ha sido una de las medidas más criticadas. Hoy, en muchas estaciones y trenes, los vigilantes patrullan solos, sin respaldo inmediato, exponiéndose a agresiones como la de Cullera.
⚠️ Un sistema vulnerable
- ❌ Aumento de agresiones a vigilantes.
- ❌ Mayor sensación de impunidad para quienes delinquen.
- ❌ Disminución de la capacidad de respuesta ante altercados.
- ❌ Abandono institucional de los profesionales de seguridad.
📊 La falsa rentabilidad
Renfe ahorra unos euros a costa de dejar desprotegidos a quienes mantienen el orden. Mientras se recortan binomios, se sigue invirtiendo en campañas de imagen, pero se ignora lo más esencial: proteger a sus trabajadores y garantizar la seguridad en sus instalaciones.
📅 Lo que debería cambiar YA
- ✅ Recuperar el trabajo en binomio en estaciones y trenes.
- ✅ Refuerzo de la plantilla de seguridad privada.
- ✅ Mejora de la formación, medios y respaldo legal a los vigilantes.
- ✅ Información transparente sobre incidentes y medidas tomadas.
📝 Reflexión final
El vigilante agredido en Cullera no es un caso aislado, sino la consecuencia directa de una estrategia de recortes que ha debilitado el sistema de seguridad ferroviaria. Ya es hora de dejar el tacañismo y apostar por una vigilancia real, eficaz y humana.
Porque sin seguridad no hay servicio público que valga.